martes, 17 de septiembre de 2013

Trofeo Bajo Cinca - Vuelta a La Ribera.

Rubén, apenas tres semanas después de sufrir una grave caída en el Campeonato de España, cuajó una soberbia actuación.

Tras Barbastro, el tetrástico oscense de final de temporada tenía su continuidad en Fraga con la disputa de la prestigiosa “Flecha Fragatina”, también conocida oficialmente como Trofeo Bajo Cinca o Vuelta a La Ribera. Una prueba que goza del favor de los carajillos, no en vano Gerardo se impuso en la edición de 2008, y cuyo bonito y duro final no deja indiferente ni a los corredores ni al numeroso público que se aposta en la penúltima curva de la ascensión que rinde viaje en el solar del vetusto castillo de Fraga.
 
Carlicos cumplimentando los últimos metros de carrera, seguido de Manu y el local Pablo.
Buena participación y clima caluroso, como acostumbra cada año. Importante cita para los integrantes de la sacrosanta hermandad bicicletera de El Carajillo Alegre que no escatimaron en utilizar los más sofisticados recursos tecnológicos con el fin de gozar de cierta ventaja respecto al resto de rivales. El Departamento de I+D+i de El Carajillo Alegre, con el soporte técnico de los ingenieros de Enjoy Cycling, pusieron a disposición de los carajillos participantes en el magno acontecimiento ciclista que nos ocupa un revolucionario sistema de comunicación para transmitir las oportunas instrucciones de los corredores en carrera. El encargado de portar el innovador prototipo en su bicicleta fue Carlicos. De esta manera, desde la CPU instalada en su manillar y mediante un sistema de transferencia de paquetes de datos encriptado, ininteligible para el resto de componentes del pelotón ajeno a la VLAN de los carajillos, se transmitían las órdenes tácticas de carrera.
 
Carlicos fue el encargado de llevar durante la carrera el novedoso sistema tecnológico de comunicaciones desarrollado por El Carajillo Alegre. Todavía estamos a la espera de que lo homologue la UCI, pero los jueces permitieron que fuera usado en Fraga.
El trabajo de campo refrendó empíricamente con éxito las numerosas pruebas de laboratorio del ingenio. No en vano, Carlicos y Felis lograron inmiscuirse en la escapada de diez y seis corredores (en contra del parecer de Gerardo que cuando ocurre una circunstancia similar a ésta, se apresura a puntualizar que eso no es una escapada, sino que el resto del pelotón son los descolgados) que se jugarían la victoria de la carrera. Una escapada que en ningún momento gozó de una ventaja holgada por mor del trabajo del equipo Ciclos Tour que en todo momento tomó las riendas de una persecución que si bien no se cobró sus frutos, sí dejó la impronta de una labor bien hecha. Seguramente, el hermano del “Huevero” tendría prisa por llegar a Fraga y de ahí su empeño por acabar cuanto antes. Los que han bajado desde Alcubierre hasta Santa Isabel a su rueda en alguna ocasión en la que este ciclista tenía prisa por llegar a casa, saben de qué hablamos.
 
Rubén "Carajillín", instantes antes de cruzar la línea de meta, seguido de José Miguel, Ibón, Javi y Ricki
Felis logró la tercera plaza de la clasificación, encabezando la de máster-40, mientras que Carlicos batió el récord de salidas de cadena en la subida al castillo de Fraga, una de plato al comienzo de la misma y otra de piñones a escasos cien metros de la conclusión que le obligó a bajarse de la bici, no pudiendo mejorar la décima posición. Por detrás, los Rubenes, “Lenguagato” y “Carajillín”, cumplieron a la perfección la labor de control que beneficiaba a sus otros dos compañeros que rodaban en vanguardia de una carrera que se adjudicó el dominador de las open aragonesas de esta temporada, Javier Paules. Mención aparte merece el hecho que no por insólito era menos esperado de la reaparición, no se sabe muy bien de dónde, del insigne Chuané.




Fotos cortesía de la enviada especial para El Carajillo Alegre en el AltoAragón: Bea Baldellou.