viernes, 7 de junio de 2013

Los Dos Días de Mireya 2013


El pasado fin de semana tuvo lugar la carrera más especial del calendario máster aragonés por el componente emotivo que Los Dos Días de Mireya tienen para todo aquel que, con la excusa de participar en una carrera de bicis, se acerca a Sabiñánigo ese fin de semana donde lo realmente importante es estar con la familia García Barrio. En esta ocasión las temibles mentes organizativas kapelmuurienses retomaron la fórmula de los dos días competitivos y se sacaron de la manga la feliz idea de una contrarreloj por equipos denominada I Trofeo Pirineos. Especialidad ésta que los más viejos que pueblan el solar ciclista aragonés, apenas recuerdan la última vez que pudieron presenciar. Lejos quedan las que servían para inaugurar pretéritas ediciones de la añorada Aragón-Bearn o incluso un Campeonato de Aragón que, precisamente, se organizó en Sabiñánigo en 1988, por citar algún ejemplo.


La prueba en línea, IV Clásica Mireya, se celebró la tarde del sábado. Dos vueltas al tradicional circuito de Cartirana y la decisiva ascensión al alto de Navasa conformaban un recorrido del que dieron buena cuenta una nada despreciable cantidad de bicicleteros máster. Para muchos de ellos, entre los que se encontraban la mayoría de los carajillos presentes, supuso la primera carrera de la temporada en la que pudieron salir a correr sin manguitos. Y es que el clima, para el gusto de no pocos impropio de las fechas que nos ocupan, dio una tregua y ofreció unas temperaturas benevolentes para la práctica de nuestro deporte favorito. Carlicos Ortigosa volvió a demostrar su olfato para pillar la fuga buena del día y llegó en vanguardia de carrera, mas su clasificación se vio supeditada a sus nunca suficientemente bien ponderadas cualidades como velocista. Por lo demás, buena actuación de Rubén “Lenguagato” y “Carajillín”, mientras que Gerardo y Felis recibieron un día más el maillot que les distingue como líderes de la Copa Aragón Máster en sus respectivas categorías.



La posterior cena en Jaca sirvió para que el grupo carajillil y el staff técnico de Beton-GSport ultimaran la táctica de la contrarreloj por equipos del día siguiente. Como suele ocurrir en estos casos, se habla de todo menos de lo que a la prueba ciclista se refiere y se corre el riesgo de abordar el tema en la sobremesa, inspirados por ciertos licores digestivos, como finalmente ocurrió. No obstante, la idea preconcebida fue llevada a la práctica al día siguiente: lograr realizar la contrarreloj todo el equipo junto, sacrificando realizar un mejor tiempo si se diera el caso. Creímos que la idea de dar la imagen de lo que somos, un equipo, era más importante de lo que pudiera dictar la tiranía de una clasificación. El tercer mejor tiempo final fue una grata recompensa al esfuerzo de los cinco carajillos por seguir la rueda de Raúl Portillo que una ocasión más, reforzó las filas del Beton-GSport