jueves, 9 de diciembre de 2010

¿Galgos o podencos?


Seguramente recordarán el famoso poema de Tomás de Iriarte. Sí, aquel de los dos conejos que se entretienen en una letal discusión sobre la naturaleza de sus perseguidores. Que si galgos, que si podencos … pues al final eran galgos o, si lo prefieren, Operación Galgo. Otra sacudida más al deporte español. Bueno al deporte español no, a ciertas disciplinas deportivas españolas, pues como ya saben o intuyen, otras gozan de una sospechosa “Patente de Corso”.

Como no nos gusta que se haga leña del ídolo caído cuando afecta a nuestro deporte favorito, tampoco El Carajillo Alegre caerá en la tentación de cometer el mismo pecado cuando rasuran las barbas del vecino de al lado. Pero es inevitable recordar pretéritos episodios sufridos en nuestras depiladas carnes y su repercusión en los tabloides deportivos. A nuestra memoria vuelven impactantes imágenes que gozaban de generosos espacios en cotizadas portadas. ¿Recuerdan la del diario MARCA en pleno Tour de 2008?. Permítanme un inciso. Les propongo un pequeño reto. Contesten a la siguiente pregunta en el menor tiempo posible. ¿Quién fue el vencedor de aquella edición del Tour de Francia?. Si ha tardado entre tres y cinco segundos en recordar a Carlos Sastre, enhorabuena. De lo contrario, no se preocupe amable lector. Si le sirve de consuelo, hasta los propios organizadores de la carrera parecen olvidar tal dato. Y eso sí que tiene delito.


Bueno, como les iba diciendo, recordarán aquella edición de la carrera francesa, más que por el triunfo del abulense, por los tres positivos protagonizados por Beltrán, Dueñas y Ricco que supusieron el final de las carreras deportivas de los españoles. El italiano, luego de cumplir la preceptiva penitencia, ya está de nuevo ganando carreras. Esta vez limpio, se supone. Les decía que la portada del diario MARCA ilustró la lamentable noticia con una bicicleta que tenía una jeringuilla clavada en la rueda trasera y una pregunta: “¿El ciclismo es verdad?”. A colación de dicha portada, uno de los más insignes periodistas especializados en ciclismo, Chema Rodríguez, dedicaba en la revista Ciclismo a Fondo la siguiente reflexión al respecto, por cuanto la carrera ciclista más importe del mundo no había tenido apenas ningún espacio reseñable en la portada del diario deportivo más vendido del país, pese a que la temporada del balón todavía no había empezado: “Hay que ver lo que tiene que hacer un deporte de verdad para sacar al menos un día de la portada del rotativo madridista al guaperas de Cristiano Ronaldo, que es una estrella mediática de un deporte que encierra más mentiras y fraude que el que se atreven a cuestionar”. Para concluir, refiriéndose a los afamados periodistas deportivos, con una categórica afirmación que, dos años más tarde, no me negarán que rezuma cierta ironía: “Estos nuevos gendarmes sospechan, al menos en el ciclismo, de todo el que destaca. Se quedaron anclados en el ‘ciclismo de verdad’ de Perico e Indurain y ahora sólo ponen la mano en el fuego por el ‘ciclismo limpio’ de Alberto Contador, pero dudan del resto y machacan a los que se equivocan en la dosis, en los plazos o en el producto”.



Se antoja sano o, cuanto menos, curioso releer opiniones y noticias a la luz de la vela del tiempo. Era 2008. Han pasado dos años. Por aquellas fechas, por citar un detalle, un joven francés llamado Ciryl Gautier ganaba el Campeonato de Europa Sub-23. Un par de añadas después, ambas en el BBos-Bouygues Telecom, ya ha ganado este año una carrerica en Route Adélie de Vitré (antiguo Tour d’Armorique).


Por cierto, en aquel Tour de 2008, en la jornada de descanso que tuvo lugar en Pau, los diecisiete equipos participantes con licencia Pro Tour decidieron por unanimidad renunciar a ella para 2009, en un gesto que se presumía como el acta de defunción del controvertido engendro…

En esta disputa,
llegan los perros y
pillan descuidados
a mis dos conejos.

Los que por cuestiones
de poca monta
dejan lo que importa,
llévense este ejemplo.