domingo, 14 de noviembre de 2010

Por Marracos


Aprovechando estos postreros fines de semana de buen clima para disfrutar de la bicicleta, la carajillada ha hecho gasto de cubiertas por carreteras aledañas a la capital del Ebro, eso sí, huérfanas de desniveles que obligaran a los pulsómetros a trabajar a alto rendimiento.


Antaño, en Marracos acostumbraban a recitar la siguiente copla:

Cuando salgas de Maracos
y a Gurrea te traslades,
verás lo bien que lo pasas
si vas contando los baches.

Seguramente, la vía que une ambas poblaciones habrá gozado de ciertas reparaciones desde que se compusiera dicha copla, pero no está de más tener cuidado con los socavones que salpican la apacible calzada que nos lleva a este lugar anejo al embalse de la Sotonera.


Los marroquinos, que así se llaman los naturales de Marracos, soportan el mote de “comenzapos” y, en aquellas épocas de rivalidades entre pueblos vecinos, eran motivo de burla a tenor de la siguiente chanza:

En el pueblo de Marracos
hay cuatro cosas de fama:
el molino que no muele
y la barca que no pasa,
el mesón que no va gente
y la iglesia que se escacha.

Sobre lo tercero, contribuimos durante unos agradables minutos a que fuera menos verdad, pues aprovechamos el mesón para hacer la imprescindible “Parada Técnica”.

La carajillada enfrentándose al Lapaulbergen.

Alex Ballan se muestra optimista ante la temporada de su reaparición en el pelotón Master Pro Tour. A su lado, otro ilustre, Rubén "Lenguagato", también conocido como Samu.


Excelente climatología. De estas mañanicas, ya quedan poquicas.