lunes, 12 de enero de 2009

Una leyenda viva en acción

¿Qué les parecería poder disfrutar, en la actualidad, del mejor ciclista de todos los tiempos, viéndolo todavía entre los mejores a nivel mundial?. Pues El Carajillo Alegre les aconseja que mientras podamos, no dejemos pasar la oportunidad de seguir admirando a la mejor ciclista de toda la historia, la francesa Jeanie Longo. Una superclase que a sus 50 años, sigue en lo más alto del firmamento de nuestro deporte.

“¿Retirada?. No entiendo porqué todo el mundo me hace esa pregunta. Me parece una falta de respeto. Es como si me dijeran “No estamos a gusto contigo y queremos que te vayas”. Me gustaría preguntarles a esos periodistas “¿cuándo dejarás de trabajar? o ¿cuándo dejarás de escribir?"". Desde luego, la pregunta no es absoluto oportuna, teniendo en cuenta que la temporada pasada participó en sus séptimos Juegos Olímpicos.

No obstante, su inclusión en el equipo olímpico francés no estuvo exenta de polémica, por cuanto generó opiniones como la de su antigua compañera, ya retirada, Marion Clignet, quien sugirió que la inclusión de la veterana ciclista en el equipo nacional era una muestra de la crisis del ciclismo femenino francés. Clignet apostaba por llevar corredoras más jóvenes y advertía que la selección de Longo hacía saltar todas las alarmas del ciclismo femenino francés: “No es una cuestión de edad, sino de la filosofía y el futuro del deporte”.

Pero la Federación Francesa de ciclismo que había tenido a Longo apartada de la selección durante un largo periodo de tiempo, no tuvo más remedio que concederle un lugar al que nuestra protagonista se hizo merecedora, merced a sus victorias en los campeonatos de Francia, tanto de ruta como de contrarreloj, previos a los Juegos Olímpicos. Lo que suponía su 54º y 55º maillot tricolor francés en su dilatada y estelar carrera deportiva. Lejos de ser un síntoma de crisis del ciclismo femenino galo, Longo lució dignamente el maillot de su país con un 24º puesto en la prueba en línea y una medalla de chocolate, 4ª, en la prueba contra el crono, quedándose a escasos dos segundos de lograr la que hubiera sido la quinta medalla olímpica de su carrera deportiva.

Para la campeona francesa, el ser el atleta más viejo presente en Beijing (en deportes de resistencia), carecía de importancia. Su única preocupación era alcanzar su objetivo: “Me gusta lo que hago y la satisfacción de hacerlo bien”. La principal motivación de esta incansable lectora de Nietzche y sus tratados sobre la perfección es “ser buena y la responsabilidad personal de ser la mejor”. Sin duda, lo ha conseguido.

Su carrera deportiva es la más longeva de todos los deportistas de la historia de los Juegos Olímpicos. Esta excepcional ciclista, nacida el 31 de octubre de 1958 en la localidad francesa de Annecy, ganó su primer título nacional en 1979, a los 21 años, sólo unos meses después de dejar una prometedora carrera en el ski, bastante antes de que muchas de sus contrincantes en Beijing hubieran nacido. Por ejemplo, la actual número uno mundial, Nicole Cooke, sólo tenía un año de edad cuando Jeanie Longo participó en sus primeros Juegos Olímpicos en Los Angeles en 1984. Desde entonces, ha tomado parte en todos los certámenes olímpicos, tanto en ruta como contrarreloj, consiguiendo una plata en ruta en Barcelona’92, oro y plata en carretera y contra el crono respectivamente en Atlanta’96 y un bronce en la crono de Sidney’00. Además, ha ganado 26 medallas en Campeonatos del Mundo de ambas especialidades e, incluso, bicicleta de montaña.

Sería imposible y tedioso glosar la totalidad de triunfos de nuestra protagonista, pero sí destacaremos la victoria en tres Tour de Francia, trece Campeonatos del Mundo, cincuenta y cinco Campeonatos de Francia, campeona olímpica y dos récords de la hora, el último (45,094 km) en 2000, batiendo su propia marca vigente durante 14 años.


Durante su carrera deportiva totaliza 1.059 victorias, mientras que el más grande ciclista masculino de todos los tiempos, Eddy Merckx, logró 525 victorias a lo largo de su trayectoria deportiva. Bien es cierto que todas las comparaciones son odiosas y en este caso más, si cabe, dado que las circunstancias que rodean al ciclismo masculino y al femenino son diferentes. Pero no por ello tienen menos valor los triunfos de Longo, pues si bien los del belga se produjeron en un periodo de tiempo más reducido, trece años que es lo que duró su carrera profesional y que la competencia en la categoría de los chicos pudiera ser mayor, no es menos cierto que Merckx se benefició del apoyo de un potentísimo equipo, con parte de los mejores corredores de la época, que le ayudó en la consecución de esas victorias, mientras que la francesa, dada la idiosincrasia del ciclismo femenino, ha tenido que hacer valer sus credenciales de una manera más individual. Máxime si tenemos en cuenta su fama de solitaria. Si bien durante dos temporadas contó con la ayuda de uno de los primeros equipos comerciales femeninos de la historia, Le Marché en 1988, Longo ha competido la casi totalidad de su carrera deportiva de forma individual con patrocinadores privados.


Es posible que por ello, Jeanie Longo tenga, desde hace tiempo, fama de no tener paciencia con las ciclistas más jóvenes o de increpar a otras corredoras del pelotón cuando realizan maniobras bruscas o le intentan quitar la posición en el grupo, a lo que ella argumenta: “Invierto mucho trabajo y preparación para lograr mis objetivos y no estoy dispuesta a arriesgar mi integridad física y mi carrera por culpa del error de alguna otra”.

Mientras que algunas de sus rivales dicen de ella que “en ocasiones, puede llegar a ser una auténtica bruja”, lo cierto es que la campeona francesa siempre tiene un momento para firmar autógrafos, charlar y atender a los admiradores que se acercan a verle a las carreras. Reconoce que puede ser algo huraña en ocasiones, pero añade que cuando Bernard Hinault o Laurent Fignon, por ejemplo, se comportaban como ella, era un síntoma de “carácter. No se les tenía en cuenta, porque ellos estaban cansados o enfadados por la carrera. Tenían una excusa. Pero si es una mujer ... Si no hay el mismo criterio a la hora de juzgar, es inaceptable”.


Pese a que el ciclismo ha ocupado la mayor parte de su vida, Longo ha tenido tiempo de emplear parte de su energía fuera de la bicicleta: un Graduado Superior en Matemáticas, un Máster en Administración de Empresas y un Post-graduado en Dirección Deportiva, adornan su currículum.

Durante el año vive a caballo entre su hogar en los Alpes Franceses, cerca de Grenoble, y los Estados Unidos, donde pasa los veranos entrenando en Las Rocosas.

Sobre la posible participación en los que serían sus octavos juegos Olímpicos, Longo declaró recientemente a The New York Times: “Tendré 53 años. Estar al más alto nivel internacional no es fácil. Puede que prefiera descansar”.

Hasta entonces quedan cuatro largos años. No será El Carajillo Alegre quien le falte al respeto preguntándole cuándo comenzará ese merecido descanso.