miércoles, 13 de agosto de 2008

Vuelta a Navarra Master

Momento decisivo de la segunda etapa: Cera, Felis y Gerardo pasan escapados por el Alto de Ventas del Baño.


Si hace unas semanas dábamos cumplida cuenta de lo acontecido en la Vuelta a Navarra Elite que ganó nuestro amigo Diego, ahora le toca el turno a su homónima, pero esta vez, de la categoría Master que se disputó a principios del pasado mes de Mayo.

Amigos de El Carajillo Alegre se disponen a tomar la salida en Cascante.

Constaba la vuelta de tres etapas: Irurtzun, Cascante y Olite. Siendo la primera la que sobre el papel, se presumía como la más decisiva de cara a la clasificación general, dadas las dificultades orográficas que presentaba el perfil de la misma. No obstante, los que conocemos el terreno de Cascante y la posibilidad de la presencia del viento que acostumbra por esa zona, sabíamos que la dureza de la segunda etapa no debía ser minusvalorada. La tercera, con la única inclusión de un paso por el alto de Funes, no debería a priori, plantear demasiados problemas a los participantes en esta edición de la, ya clásica, Vuelta a Navarra.

Rubén "Carajillín" y Felis con su compañero Garmendia (hermano del ex-profesional de Banesto, ONCE y Coast).

El Carajillo Alegre no se iba a perder este evento y presentó las credenciales de Gerardo, Rubén Carajillín y Felis. Si bien, Gerardo no pudo participar en la primera etapa por motivos personales.

Todos los cuidados son pocos para las paticas de Rubén "Carajillín". Así cualquiera!


La primera etapa fue protagonizada por una escapada madrugadora de la que poco a poco, se fue seleccionando la gente más fuerte. Por detrás, los intentos por contactar con la cabeza de carrera fueron numerosos, lo cual endureció considerablemente la prueba. Uno de los pocos que consiguió abandonar la disciplina del pelotón fue Javier Ruiz. Al final, el penúltimo puerto de la jornada (Beruete) dictó sentencia y rompió la carrera en mil pedazos y en meta Javier Ruiz logró la novena plaza a 45” de Arakistain (Caravanas Oiartzun), Felis la décima a 1:22, Cera la decimoquinta a 1:33 y Rubén Carajillín entró a unos cinco minutos, lo que no está mal teniendo en cuenta que se corría por la tarde.

Imagen sospechosa. ¿Estaban Cera y Felis preparando el ataque posterior?


Lo que nadie sospechaba, al finalizar la primera etapa, es que en el cuartel general de El Carajillo Alegre se estaba fraguando la táctica que permitiera dar el golpe de gracia al día siguiente ... sinceramente, los carajillos tampoco lo sospechaban, pero así da más emoción a la cosa, porque tras un intento al paso por Cascante en el que se implicó Rubén Carajillín durante unos kilómetros, al llegar la carrera al famoso Apeadero de Fitero y, tras varios ataques que endurecieron la situación, Cera, Gerardo y Felis aprovecharon un “momento Nescafé para arrancar y mantener un bonito pulso con el resto del pelotón que duraría alrededor de 70 kilómetros. Primero los tres solos y, a partir del Alto de Ventas del Baño, en compañía de Pacios y Valcárcel, nuestros carajillos dieron una dimensión nueva al discurrir de la carrera.

Nuestro querido Tomasico animando a Cera, Felis y Gerardo destacados a su paso por el Alto de Ventas del Baño.


Durante esa fuga, las opciones de carajilliles pasaban por ganar la general y, tras la inclusión de los dos corredores de Goerna anteriormente mencionados, por un puesto en el podio, amén de la victoria de etapa para cualquiera de los carajillos implicados en la misma.
Al final nos tuvimos que conformar con pasar primeros por la M. V. de Fitero y el P.M. de Ventas del Baño, al ser absorbidos a falta de menos de 20 kilómetros para meta. Pero, sobretodo, nos queda la enorme satisfacción de haber protagonizado durante un ratico una de esas gestas que no quedan reflejadas en ningún palmarés, pero que para nosotros que disfrutamos el ciclismo, tienen un valor enorme.

Rubén "Carajillín" bebiendo en el Alto de Ventas del Baño. Obsérvese su gesto de tranquilidad: ha mandado a sus hombres por delante para que le hagan el trabajo sucio. Lástima que una caída le impidiese rematar el trabajo.


Ese día, además, tuvimos la alegría de contar con el apoyo de Carlicos y Tomás, pero la pequeña amargura de sufrir la caída de Rubén Carajillín. Por suerte, todo quedó en “chapa y pintura”, una rueda rota y la esperanza de que al disputarse la siguiente etapa por la mañana, su suerte seguro que cambiaría.

Así da gusto correr. Carlicos y Tomasico dándonos todo su apoyo y ayuda.


La última etapa fue un mero trámite, llevada a un ritmo muy rápido por los compañeros del líder y rematada en un peligroso sprint que dejó sin opciones aquellos que pensaban en ir a trabajar al día siguiente. En esta jornada, Rubén Carajillín tuvo mejores sensaciones, por aquello de que el horario matinal se adaptaba mejor a sus condiciones. En la clasificación general, los nuestros mantenían las posiciones logradas el primer día.